Somos la generación que dejara de sufrir por amor



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Recientemente he concluido una relación de pareja que duró 8 años, ahora que ha pasado escaso 1 mes, me he dado cuenta no solo del alivio que siento al saber que ha concluido, sino también de la violencia que vivía y no pude ver. Es por esto, que decidí hablar de mi experiencia, en cierta forma para hacer catarsis, pero espero, ayude a otras a salir de  relaciones violentas.

Decir que viví violencia durante los últimos 3 años, y que estoy en colectivos feministas y en un proceso feminista desde hace 5 años, parecería un poco vergonzoso. Me preguntaba, ¿A cuántos talleres no fui sobre violencia, sobre amor romántico, sobre relaciones equitativas?. Pero, este tema, nos atraviesa a las mujeres de tal forma, que aun asi, es dificil salir, ṕedir ayuda o identificarlo.

Vivía violencia, estaba envuelta en manipulaciones y amenazas constantemente,una de las palabras que empecé a decir fue “perdon” “¿está bien así?” “¿que piensas que tendría que hacer?” “¿que hago?” empecé a dudar de muchas decisiones que tomaba y solo escuchaba frases como: “siempre estas triste” “ya no me gustas como antes” “ya no te digo nada porque solo te sientes mal”. Las frases, eran estructuradas y dichas de tal forma que yo siempre era la única responsable de mi estado de ánimo, mi ex-pareja, nunca se hacía cargo de la responsabilidad afectiva hacia mi, él solo hablaba y no importaba que tan hiriente fuera, porque solo “estaba siendo honesto”, nunca se responsabilizó del estado de vulnerabilidad en el que me puso y como lo ocasionaba, porque claro que se daba cuenta, solo que simplemente no le importaba no hacerlo.

Ahora, me doy cuenta que era “Gaslighting” una forma de violencia muy sutil, en el cual te hacen dudar de todo, inclusive llegando al punto de que la confianza que tenía en mi, se desvaneció, tengo ataques de ansiedad y no soy buena con la incertidumbre,  me cuestionaba todo lo que hacía, pensaba que era muy sensible o exagerada a lo que sentía, y por lo mismo, lo minimizaba, me cuesta tomar decisiones. ahora, poco a poco, voy recuperando la autonomía e independencia que siempre tuve, la autoconfianza es lo más difícil, porque no afectaba a mi vida laboral y deje pasar ofertas de trabajo, “porque no era lo suficientemente buena”, cuando otras amigas decían que era perfecto para mi.

Actualmente sigo en proceso de terapia, me siento agotada emocionalmente, y es lo que dejan las relaciones donde se ha sufrido violencia durante un tiempo prolongado, y cuando hay agotamiento emocional, lo único que me queda es obligarme y señalar cómo me siento, que es lo que hacía y darle nombre a esas emociones o sentimientos.

En este proceso de duelo y feminista, una respuesta que encontré fue acompañarme de mujeres, y mi manada está junto a mi, sosteniendo, mis amigas, mis hermanas, 40 nada más, pero así sea, tu manda de 2 o 3 amigas, no las sueltes, porque el dolor con ellas es diferente, es menor y se vive el proceso de otra forma, porque aún falta mucho, para ser la generación que deje de sufrir de amor.


KariEsme Gallegos. Feminista de Guadalajara, Jalisco, México.
“El acuerdo es vivir”


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